domingo, 19 de junio de 2011

Un trozito de guión, por el guionista interno

Llevo un poco menos de una semana pensando a toda velocidad a cada segundo del día. El lunes fue un día tranquilo, en casa, donde me dediqué a saborear sensaciones más que a procesar ideas, por lo que en realidad fue un día perdido a nivel de pensamientos. Ah, y ese día lloré un poco, digamos que los acontecimientos de las 24 horas precedentes revolvieron demasiadas cosas en mi.
El martes inicié el día en sesión con la psiquiatra y, hasta ese momento, no había muchos cambios en mis ideas. Fue durante ese día, cuando procesé lo que le dije a la psiquiatra, que mi guionista interno dejó el aletargamiento del fin de semana y empezó a trabajar otra vez. Durante el día, otras conversaciones hicieron que empezara a pensar y sentir y pensar en base a esas sensaciones y...aquí estamos.
He pensado en darle vacaciones a mi guionista interno y a mi pepe grillo, pero la verdad es que son tan trabajólicos como yo y no me han dejado en paz.
Me he cuestiondo mil veces si estoy haciendo lo correcto, si no estoy jugando con mis sentimientos, si no estoy jugando con él y porqué sigo pensando en el otro pese a que me da la sensación de que dejé de estar enamorada hace un tiempo ya.
Pero, lo fundamental, es que he sido muy cobarde e impulsiva, al mismo tiempo. Cobarde porque, pesé a que he entregado más información de la necesaria, no he sido honesta ni con él ni conmigo, porque tengo miedo. E impulsiva porque -como dijo mi querida psiquiatra- tengo un problema con la temporalidad, lo que me hace ser muy controladora y obsesiva, impidiéndome ponerme en el lugar del otro, por lo que presiono las cosas hasta que consigo lo que quiero...aunque el costo sea no obtener la natural respuesta de un otro, lo que termina por agotarme también...sí, enredado, pero eso es.
Quisiera poder leer la mente para tener más información en base a la cual tomar mis decisiones, pero la vida se trata de tomar decisiones a ciegas. El problema es que ya no quiero correr riesgos, porque tengo miedo. Todavía lloro con facilidad cuando recuerdo lo mal que la pasé y cuando me acuerdo lo maravilloso que fue mientras duró, sufro por lo que perdí y al mismo tiempo por lo tonta que fui, llegando al punto de postergarme con tal de no perderlo, olvidando sueños, miedos, mi propio ritmo de vivir para seguir acompañada de alguien que, al final, solo veló por si mismo.
Porque al momento de decidir el tampoco fue empático, simplemente hizo lo que le quedó más cómodo para sufrir lo menos posible, para no escuchar reproches y evitar la culpa. No me dijo muchas cosas durante mucho tiemp y dejó todo atrás cuando juntó el valor suficiente para irse o cuando se aburrió lo suficiente, no lo sé. Supongo que ahora ya da lo mismo.
Pero ahora tengo que ser capaz de dejar que los otros a mi alrededor actúen, para ver con claridad que quieren y en base a esa información, honesta y transparente de los hechos, tomar las mejores decisiones para mi. Pero me cuesta, me cuesta dejar las cosas en manos de otro, porque eso implica confiar y no controlarlo todo...y empieza el guionista interno otra vez a trabajar.
Ya siendo domingo por la madrugada, puedo decir que he sacado muchas conclusiones y, pese a mi impulsividad, he logrado dejar algunas cosas en manos de otros.
Retomé algunas amistades olvidadas en el camino de estar emparejada y ha sido agradable volver a hablar con esas amistades y descubrir que en algunos aspectos no he cambiado tanto y que ellos han crecido.
He vuelto a ser la niñita coqueta de años atrás y me gusta. Eso implica arreglarme y cuidarme más, comenzar a valorar lo que soy, asumir mis defectos y trabajar en ellos, tanto en los físicos como en los del alma. Y me estoy cayendo bien...=P
Me he entregado a sensaciones que veía lejanas, a juegos que no calzan con mi estilo y ha sido sumamente entretenido. Descubrí cosas de mi que no imaginaba, demostrándome que soy más fuerte de lo que me había permitido.
El problema es que para llegar a eso mi guionista interno y pepe grillo me hacen sufrir y cuestionarme bastante, pero supongo que cada uno tiene sus propios demonios que enfrentar.
Ahora queda esperar, ver que ocurre a mi alrededor y tomarme con calma las decisiones ajenas que me involucren. ¿Que qué me gustaría?...mmm...difícil pregunta en realidad, porque no sé que es menos riesgoso, pero supongo que lo más riesgoso podría ser lo más entretenido. Así es que creo que me gustaría ser parte de sus preocupaciones, por lo menos. En cuanto a lo demás, creo que lo no emocional me quita menos el sueño que en otros momentos de la vida.
Buenas noches...o buenos días, como quieran.

lunes, 13 de junio de 2011

Cambio de switch

No, no ha sido fácil, pero estoy haciendo el cambio de switch. ¿Qué significa eso? Que tengo que cambiar muchas cosas para empezar a vivir otra vez y lo estoy logrando...de mejor manera de lo que esperaba.
Lo primero, era dejar de sentir que él era mío, parte fundamental de mi vida y que, por lo tanto, no podía vivir sin él y que él no podía estar con nadie más. Eso ya no va más. Eso no quiere decir que deje de ser posesiva...los últimos acontecimientos me han demostrado que no se me va a quitar tan rápido, pero estoy aprendiendo a desprenderme...incluso de mis amigas y de mi familia. Lamentablemente uno está completamente solo al fin y al cabo, aunque estemos muy bien acompañados.
Otra cosa fundamental es dejar de planificar. Y eso sí que me cuesta...es cuestión de ver como manejo mis finanzas y revisar mi agenda...pero no puedo esperar tener el control de todo y creer que lo que decida hacer, finalmente, ocurrirá. Pasan tantas cosas en el día a día que hacen cambiar las sensaciones, pensamientos, sentimientos que no hay forma de que los planes sigan un curso único y perfecto como nos gustaría.
Y, aunque lo anterior no sea suficiente, tengo que dejar a mi Pepe Grillo en paz para que se vaya de vacaciones y empezar a vivir. No se trata de dejar de pensar antes de actuar, pero si debo dejar de culparme, de juzgarme, para dejar que algunas emociones fluyan...y permitirme descubrir cosas nuevas, equivocarme, buscar en mi a una nueva persona que destaque mis virtudes, que deje atrás mis defectos y así vivir más feliz.
Seguramente hay muchas cosas más que tendré que cambiar o dejar atrás, pero por ahora creo que eso es lo más importante y, pese a todo, me ha costado menos de lo que esperaba descubrirlo, asumirlo y empezar a cambiar.
Sólo espero que el final de este camino termine bien...así como ha empezado.

viernes, 3 de junio de 2011

Recuerdos, sentimientos, rabia y volvemos a empezar

Sé que dije que iba a desprenderme de la rabia...supongo que para eso escribo, para efectivamente poder re iniciar mi vida.
Es horroroso seguir buscando por los rincones de la memoria y de las redes sociales los buenos recuerdos de lo que fuimos juntos. Extraño esa sensación de saberme acompañada, de saber que aunque no estés siempre estás a mi lado. Extraño los besos...sé que muchos querrán leer entre líneas que extraño más que eso y aunque no voy a negar que eso también lo extraño, en realidad lo que más extraño son los besos. Esos dulces, melosos y mágicos momentos en que estábamos solo los dos sobre la tierra.
Pero al mismo tiempo, mientras recuerdo con dulzura todo eso, empiezo a odiarte por no estar, por no haber querdio seguir, por dejarme de querer, por estar con alguien más ahora...por todo lo qu pasó. Y no es que te culpe de todo lo que pasó, no; eres responsable tan solo de tus actos y tus no acciones, al igual que yo...aunque creo que ya más deje de hacer que hice...en fin.
Entonces entiendo que sigo enamorada de un fantasma, de un hombre que estuvo a mi lado, de ese niño-hombre que temblaba junto a mi en el cine antes de esa linda y tonta conversación en que decidimos estar juntos. Pero cuando pienso en el que está en otra ciudad, lejos, en un nuevo trabajo y con una nueva pareja...me da rabia, porque ese es el que se rindió.
Es tonto, lo sé, pero eso es lo que me pasa. Por eso es que, de alguna forma, me siento mejor y solo tengo recaídas cuando mis sentimientos se esmeran en bucear entre los recuerdos.
Y es aquí cundo me pregunto si esta histori terminará algún día, porque -lamentablemente como dice una amiga- no puedo sacar de mi memoria los bellos recuerdos.
Eso es lo peor...al final, en el recuento, tengo tantos recuerdos maravillosos que pareciera que podríamos haber estado juntos para siempre...y ahí empezamos otra vez.
Y eso me pasa ahora. Pareciera que ahora que decidí sacarte de mi para empezar de nuevo, tus recuerdos se esmeran en mantenerte vivo para que no pueda seguir. Tus recuerdos son más persistentes que tú...gracioso.
Pero, de alguna forma, esto sirve para ver que lo que añoro ya no está y, por lo tanto, mi única opción para sentirme así nuevamente es que empiece otra vez y le regale lo que tengo para dar a otra persona...un nuevo príncipe azul.
A ratos me gusta pensar que lees esto, pero sé que no es así. Nunca seguiste mi blog, creo que sentías que era como leer mi diario de vida y solo pasabas por aquí cuando te invitaba. A ratos me gustaría volver a invitarte a leer. No, no es buena idea.