martes, 25 de agosto de 2009

Un año especial

Es extraño analizar el año cuando no estamos tan cerca de terminarlo, pero a raíz de pequeños episodios en la vida me parece pertinente.
Partí en año trabajando com RRPP sin serlo, a cargo del ceremonial y protocolo de la Universidad de Chile. Fue una experiencia demasiado intensa para mi, pero aprendí muchísimo y puse a prueba mi colon y sobrevivió...sobrevivimos los dos.
Luego un febrero relajado, decididamente vacaciones. No tesis, no trabajo, no nada más que flojear por un mes. Rico.
Posteriormente llegó marzo con el desafío (nuevamente) de la ayudantía y de terminar la bendita tesis, pero ese proceso me tuvo como loca hasta el último minuto. El 30 de junio recién entregué, casi tirándome de un puente y con ganas de matar a cualquiera que me diera un problema. Hasta ahí, la falta de un trabajo estable y "real" (no es que la ayudantía no sea pega, pero supongo que se entiende) no se notaba.
Julio fue raro, vacaciones de la ayudantía, esperando las notas de la tesis y haciendo cuenta regresiva para los 24. Este año mi cumpleaños fue lo mejor de la vida, memorable memorable como algunos de la más tierna infancia.
Pero llegó agosto -pasó mi cumple- y aún no llegaban las notas, menos la fecha de defensa de la tesis...y la desocupación comenzó a perturbarme.
Ya estamos por terminar el mes y ya tengo notas y fecha de defensa, pero aún no tengo trabajo y eso me vuelve loca. Me he puesto floja, me levanto tarde, me siento frente al compu -como ahora- en pijama a revisar mi cibernética vida y me desocupo sin haber hecho mucho. Gracias a Dios -o a mi, tal vez- a principios de julio comencé a "jugar" a asesorar comunicacionalmente a Bomba Racimo, línea de diseño de accesorios de mi amiga Natu, y eso me ha tenido algo activa y motivada.
Ha sido raro partir tan a full y estar ahora tan desocupada. Me perturba no ser capaz de levantarme temprano y hacer ejercicio y luego leer y buscarme tareas, pero creo que poco a poco (quizás demasiado lento para mi paciencia) he comenzado a ordenarme y pronto conseguiré reactivarme.
Por ahora busco pega y trato de disfrutar la falta de responsabilidades compartiendo con mis amigas, familia y mi novio, sacándole el jugo a los scout y tratando de aprender sobre la web que es una herramienta tan necesaria para una comunicadora como yo. Quizás suena como a mucho que hacer, pero sigo sintiendo que es nada. Nací trabajólica y con el correr de los años he descubierto que me gusta mantenerme ocupada...defecto o virtud...con el tiempo se verá.
Lo que viene?...espero que una magnífica defensa de mi tesis y un trabajo, concretar algunas cosas con mis proyectos y seguir creciendo para comenzar a volar con mis propias alas.

jueves, 13 de agosto de 2009

En busca de...

Para variar no me encuentro en un estado de felicidad plena a la hora de sentarme a escribir. Lamentablemente mi pluma fluye y me obliga a escribir sólo cuando alguna pieza no está en su lugar.

Ahora ocurre que perdí algo, pero no sé que. Por distintas circunstancias las sonrisas que buscaba en el post anterior han comenzado a volver y ese tema pareciera mejorar. Pero cuando un problema te abandona eres capaz de prestarle atención a otro que habías dejado en segundo planto y eso es justamente lo que me sucedió.

Por diversas circunstancias (esa palabra es mágica para mi, lo explica todo), me encuentro en mi casa, con poco y nada que hacer, intentando encontrar ocupación, en el más amplio sentido de la palabra.

A ratos me incentivo pensando que tener vacaciones antes de la defensa de mi tesis y de encontrar una pega como profesional por primera vez no es malo, pero no puedo dejar de desesperarme entre las paredes de mi hogar.

También intento inventarme ocupaciones, limpiar el closet, hacerle trámites a mis papás, hacer aseo, cocinar, preparar cosas ricas, estudiar alguna cosa en la web. Aún así es inevitable me sobre tiempo y me falte motivación.

Increíblemente no he ordenado mi closet, ni he comenzado con mi rutina de ejercicios, ni estoy leyendo un libro, ni he trabajo en mi proyecto. Lo único que me mantiene ocupada es el "negocio" con una amiga y en eso me entretengo -y produzco- algunas horas en el día.

Sé que la solución parte por que me obligue a hacer cosas y que de a poco encontraré el ritmo, la energía y esa motivación perdida. Quizás sea este post una forma de obligarme a moverme.

Sólo puedo concluir que el que busca encuentra y que...¿cómo no voy a encontrar lo que me falta?

lunes, 3 de agosto de 2009

Buscando sonrisas

Hace varios años ya que el camino se hizo algo más obscuro de lo que pensábamos, pero decidimos seguir adelante porque no se veían otros caminos. Ahora que lo pienso, creo que nos equivocamos.

Hoy me encuentro recorriendo los pasillos de mi mente en busca de recuerdos felices, tratando de rescatar las sonrisas que perdimos mientras avanzábamos por la vida. Encuentro muchísimas y variadas imágenes, algo así como si viera las fotos en el álbum de una familia feliz. Inevitablemente me pregunto dónde fue que dejamos todo eso.

También recuerdo que en una infancia y adolescencia no tan lejana creí tener poderes mágicos, una fuerza en mi que me permitía protegerme y proteger a otros con la fuerza de mis sentimientos y de la tierra...y curiosamente muchas veces funcionó. Hoy no encuentro ese talento en mi, no logro escribir un verso que le brinde ayuda a otros, ni menos siento fuerzas para hacerme cargo de la protección de alguien más ajeno a mi.

Mirar hacia atrás puede ser peligroso, decía ayer una tía. Nos hace patente el paso del tiempo, nos muestra lo que ya dejamos atrás y no podemos recuperar, nos hace ver como hemos crecido, que hicimos y que no.

Lamentablemente el ejercicio de mirar atrás se hace necesario cuando pierdes algo, ya sea en el afán de recordar en que lugar lo dejaste olvidado o sólo por evitar perder algo, errar, caer, etc.

Sentada frente a la pantalla del computador busco amigos de forma vitual. Me da miedo llamar y alarmar a todos. Anoche lo hice y aunque fue sanador para mi, en alguna medida siento que no debí hacerlo.

Hoy me encuentro recorriendo los pasillos de mi mente en busca de recuerdos felices, tratando de rescatar las sonrisas que perdimos mientras avanzábamos por la vida. Encuentro muchísimas y variadas imágenes, algo así como si viera las fotos en el álbum de una familia feliz. No dejo de preguntarnos donde quedó la felicidad, la tranquilidad, el equilibrio.

Necesito encontrar un sendero por donde desviar nuestro paso y recibir nuevamente los rayos del sol sobre nuestros rostros, necesito regalarles fuerza, fe, alegría, paz.

Lo malo, es que no encuentro nada de lo que busco, sólo recuerdos.