miércoles, 31 de agosto de 2011

Cuchuflí de lentejas

Aunque la frase me recuerda demasiadas cosas que preferiría no recordar, creo que es una buenísima manera de explicar(me).
Es como "más raro que pescado con hombros", "más raro que huevo con cejas" o ese tipo de frases. Para mi el "más raro que cuchuflí de lentejas" es lejos la mejor frase de rareza. Y así ando yo, soy como un cuchuflí de lentejas con patas.
¿Por qué? Razones hay varias, desde las hormonales (tradicionales para explicar a una mujer y sus estados anímicos), hasta las de salud, pasando por las metafísicas. En cuanto a salud, estoy más piti y aún no tengo mis lentes nuevos, lo que me tiene con mareos constantes. Además, mi guata anda mega extraña, reaccionando mal ante cualquier comida e incluso dosis irrisorias de alcohol.
Las cuestiones hormonales supongo que está de más explicarlas, pero las metafísicas podrían requerir aclaraciones. Para los que leen este espacio y me conocen un poco, saben que yo suelo recordar mis sueños, los que también tiene la cualidad de ser -la mayoría de la veces- bien raros. Últimamente he soñado harto, cosas que no recuerdo, que no quisiera recordar y otras que no entiendo. Lamentablemente mi dormir me hace variar mi ánimo, sobre todo si estuvo plagado de historias nocturnas.
A todo esto hay que sumar mis "misiones espías" que son cada vez menos fructíferas y más tóxicas, al mismo tiempo que no aportan nada a mi día a día.
Y si a la lista anterior le sumamos mi sugestionabilidad tras informaciones esotéricas...la suma es un cuchuflí de lentejas andante mega raro.
Pero, gracias a dios o quién sea, mis ganas de escribir no se frenan, por lo que incluso dejé un texto pendiente por cosas de tiempo...pero ya no tiene razón de ser. ¿De qué versaba el texto en cuestión? Se iba a llamar "esperando nada" y hacía alusión a esa sensación de alerta sin sentido que, a veces, tomamos por sospechas, tincadas, intuición o estados anímicos impulsados por ciertos datos inesperados.
En castellano, desde que supe que el joven regresó a la capital, mi estado de alerta está al máximo y, aunque trato de pasar la información por alto, mi subconsciente se encarga de soñar e impulsarme a actividades de curiosidad innecesarias para mantenerme así, esperando nada. Y no es que me crea Nicole (la cantante) ni nada por el estilo, no! Simplemente estuve así, como en estado de alerta un buen rato.
Pero ahora soy un cuchuflí de lentejas, raro y medio enfermo que no tiene idea cuál es el siguiente paso. ¿Qué hacer? Seguir viviendo y esperar una señal (cualquier señal) para seguir avanzando.

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