jueves, 26 de mayo de 2011

Tengo rabia

Sí, así de sencillo como dice el título: tengo rabia. Si fuese un poco más profunda, según mis amigas esto se llama "la fase rabia del duelo", pero la verdad es que para mi es un poco más que eso.
Sí, efectivamente entré en la fase rabia del duelo y ya no sé si lo amo tanto como lo detesto. Pero también me pasó algo mientras leía el libro de turno (Come Reza Ama de Elizabeth Gilbert) que me aclaró algunas cosas, pero me dejó nuevamente estancada.

"Richard el Texano me pregunta si voy a pasarme la vida pensando de mí misma lo que pensaba de mí mi ex marido y le contesto que aún no lo tengo muy claro. La verdad es que mi ex me influía mucho y tengo que reconocer que sigo medio esperando que el hombre me perdone, me libere y me deje seguir mi camino tranquilamente.
El granjero irlandés comenta:
-Ponerte a esperr a que ese día llegue no parece una manera muy racional de emplear tu tiempo.
-Gente, ¿que queréis que os diga? -me defiendo-. La culpa es lo mío. Hay otras mujeres que se dedican a la moda, por ejemplo.
La ex monja católica (que debe de ser experta en el tema de la culpa, digo yo) no se traga mis excusas.
-La culpa es el truco que usa tu ego para convencerte de que estás progresando moralmente. No te dejes engañar, querida.
-Lo peor del final de mi matrimonio es que no hubo final -les explico-. Es como una herida abierta que no se cura nunca.
-Si te empeñas, allá tú -me dice Richard-. Si te lo quieres tomar así, no seré yo quien te lo impida.
-Un día de éstos tengo que solucionar este asunto -afirmo-. Lo que no sé es cómo."
(extracto del cuento 60 del libro Come Reza Ama)

Y ese es el punto...¿cómo? No sé si efectivamente me siento culpable como se siente la protagonista, Liz, en el libro. En esa historia ella, de un minuto a otro (bueno, no fue tan así) descubre y decide que no quiere seguir con su matrimonio de 7 años. Eso da para sentir algo de culpa, creo yo.
Pero también siente que necesito un final. Sé que hemos hablado de esto miles de veces y que no hay como tener un final como el que yo quisiera. Eso ya lo entendí. También entendí que mi parte espiritual no es tan profunda como la de Liz, así que no puedo hacer una ceremonia de perdón espiritual mientras medito tendida sobre un tejado mirando las estrellas. ¿Qué me queda? A mi modo de ver, comerme la rabia con palitos chinos...¬¬.
Claro, lo amé tanto que quería conversar, saber qué pasó, decirle que sentía haberle fallado, escuchar que él sentía haberme fallado, y cada uno seguir su camino, triste, pero medianamente feliz.
Ahora, cada vez que lo recuerdo (lo que ocurre más seguido de lo que quisiera), mi primer pensamiento es "éramos tan felices" o "podríamos estar haciendo esto juntos"...y automáticamente después mi diablito interno interviene y me dice "¡es un conchesumadre que se está tirando a una peuca feliz de la vida en Iquique, que se pudra!". Eso me está matando. Después de todo, soy menos mala de lo que pensé (buuuuuu).
¿Qué saco en limpio? Bueno, parece que ya no lo amo, sino que me duele lo que no fuimos, pero ya no lo amor como antes. Pero la fase rabia me va a matar. Como le dije a una amiga antenoche, la mierda me está ahogando por dentro y ya no sé como sacarla.
No pasaré a explicar mis últimos sueños, pero ya ni dormida dejo de tener rabia y pena y más rabia y más pena y todo junto, así que duermo pésimo y amanezco muerta, como si hubiese batallado toda la noche (bueno, en efecto lo hago).
¿Qué sería lo ideal? Mmmm...lo ideal sería poder agarrar un bate y hacer mierda una casa entera, sacarme la rabia y seguir adelante. Sí, eso sería lo ideal, porque creo que verlo puede ser una mala idea. Si fuese un poco más...mmm...yo, por así decirlo, lo ideal sería verlo, conversar, discutir, gritarnos, seguir discutiendo, besarlo y despedirnos para siempre. Sí, así bien melodramático y romántico como nos gustan las historias a los dos. Pero eso no pasará...nunca...no, NUNCA.
Así que aquí me encuentro, escribiendo este post tratando de buscar una solución a mi alcance para esta situación. Pagaría por hacerme un borrado de memoria selectivo y sacarlo de mis recuerdos, pero la verdad es que eso tampoco sería sano.
Y aquí es donde la rabia me carcome. ¿Por qué el tuvo la posibilidad de irse de esta mierda de ciudad, encontrar una buena pega, una maraca que lo quisiera y vivir la vida perfecta en una ciudad con buen clima eterno? ¿Por qué el pudo borrarme, así, de un plumazo y empezar a comerse a otra weona mientras yo sigo llorando por los rincones?...agrrrrrrrrrrr
La verdad es que escribí esto simplemente para tratar de sacarme algo de mierda de adentro y creo que, de alguna forma, resulto, porque estoy entrando a la fase llorar de estos ataques de rabia.
Espero que si alguna de ustedes tiene una idea me la haga saber (idealmente como comentario en este blog o por mail...en facebook lo lee todo el mundo!) y que se banquen mi repentino mal carácter, porque además de toda esta rabia, tengo miles de otros problemas cotidianos que también me sacan de quicio...mal!
Besos
Piu

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